MEMORIA PORTUARIA-JULIO MANZA-SIGNO DE SOLIDARIDAD Y CORAJE

sábado, 16 de abril de 2011



  Hoy quiero contarles la historia de un compañero de la década del setenta, Julio Mártires Manza, militante del PST, fue delegado de planta en DISPESA, integró junto a otros compañeros una lista opositora a la burocracia sindical de aquellos años; además era un delegado natural donde iba a laburar por changas, así lo conozco. Fue en una planta que estaba ubicada en Vértiz y Bermejo, llamada Rojo Mar, en frente operaba Dambra Isla Escondida M.I.A. Era un saladero cuyo dueño era José Di Iorio, un negrero de primera. Nos ocupó a unos cuantos compañeros que hacíamos banquina o variado. Recuerdo que el pescado lo traían a granel en camiones con volquetes y nosotros los fileteros lo levantábamos del piso para ponerlo en las mesas que habíamos construido nosotros con tambores del saladero con tablones de andamio. O sea que hacíamos también el laburo de un par de peones. 
Había a media cuadra un boliche, el del rengo Quito donde íbamos a comer al medio día, ahí me plantea Julio, “Cordobés, ¿qué te parece si le pedimos un par de monedas más por kilo por el laburo que hacíamos extra de peones?”. Planeamos al toque con un par de compañeros, entre ellos la compañera Mari, una uruguaya que venía escapando de la dictadura en su país, de ovarios bien puestos que hizo pareja con un compañero que aun trabaja en el puerto, el coli Fernández. Vuelvo a Julio, el compañero le saltaba la garra de luchador incansable, evaluaba, reflexionaba y media todos los pasos que íbamos a dar. La cuestión no fue muy difícil, lo convencimos al patrón ya que tenía que si o si mandar todo lo que elaboramos al mercado central de Buenos Aires en el día. No era que el patrón era papá noel sino que nosotros le éramos imprescindibles. Que tiempos los compartidos con Julio Manza (desaparecido), con Ramón González, con Carmona, con el negro Lito, con Jorge Agüero, con la gallega Josefa, con batata Sánchez (desaparecido), con anteojito Verón (desaparecido), con manzanita, con el negro Enrique, con el beto Rosa.
  Julio Manza siempre acompañaba y pensaba como debíamos hacer mejor las cosas. Recuerdo la toma de Galeote, ahí estábamos todos a pesar que había compañeros a los cuales nos separaban pequeños matices pero siempre coincidíamos en la lucha, que no solo era salarial sino que discutíamos política. Julio era un compañero que siempre tenía una sonrisa en su cara, te inyectaba ánimo y coraje. Una vez pasa por casa y le comento que en lo del uruguayo Jorge alias "el buzo", hubo una acción represiva, allí había una unidad básica, en ese lugar tipo casa chorizo, nos reunimos muchas veces, recuerdo que en una de esas lo ví al compañero del partido que pertenecía Julio, a Carlos Berdini. No borro de mi memoria como Julio se la ingeniaba para repartir la prensa partidaria del PST, llevaba los ejemplares en el agujero del manubrio de la bicicleta. Le comento que el nieto de la dueña de casa me dijo que le voltearon dos piezas el ejército; entraron una banda de milicos y rompieron todo buscándolo al buzo, lo acusaban de Tupamaro y otras cosas, por suerte se pudo exiliar. Yo le tiré una frase que se la escuché al compañero Julio, “usted se anda poniendo de pechito”, entonces Julio con su clásica sonrisa me responde, que no debía tener miedo, que la historia la hacen los que van al frente. Era un valiente, compañeros próximamente les contaré más sobre Julio y otros compañeros más del setenta. Ustedes se merecen que le narremos la historia ya que por suerte aun estamos algunos vivos, es más algunos peleamos en el conflicto del 2007 como Elda Taborda, el polaco Muñoz y otros como Gabbin, el negro Lito, Ramón González tratamos de esclarecer lo del convenio 161/75 y el porqué de la lucha.

Un abrazo fraterno- Zenón Marquez-El Cordobés.

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