Sin ánimo de ser pretencioso con estas reflexiones, pienso que podrían ocupar algunas de las hojas en blanco que ha dejado don Arturo Jaureche y su sucesor Anibal Fernández, en el manual de Zonceras Criollas que guardan plena vigencia hoy ilustrando nuestro ser “Nac. end Pop.” que se parece más a un programa de rock que al genuino pensamiento nacional y popular de finales de los `60.
Intentaré narrar la aventura que emprendí por hacer realidad la adjudicación del decodificador para TV digital que por ser mi madre pensionada resultó beneficiaria según notificación del ex Correo Argentino “macrista” y hoy de nuevo “Correo Oficial de En varias oportunidades, en mi condición de apoderado de mi progenitora busqué sumarme al gentío que pacientemente hacia guardia desde horas muy tempranas en la puerta del correo central de Mar del Plata; claro que mis tiempos y ocupaciones hacían que a la media hora de intentarlo tuviera que dejar mi puesto de lucha y resignarme para una nueva oportunidad.
Una mañana muy fría luego de cuatro intentos frustrados y ante la seria advertencia de una atenta persona del correo, que me comunicó que si no retiraba el aparato sería devuelto sin pena ni gloria, tome aire y decidí ocupar todo el tiempo necesario para llevarme el precioso aparato bajo el brazo.
Allí surgió esta necesidad de plasmar la experiencia, porque en esa Babel democrática se mezclaban todas las clases sociales, fundamentalmente muchos mayores, madres con asignación universal por hijo y discapacitados, quienes son los beneficiarios del bendito “deco” que ya no resisten los altos costos de cablevisión y sin ánimo de volver a engancharse, esperan hacer realidad aquello de televisión para todos.
Es preciso destacar que aunque no lo parezca, esta es una de las trincheras donde se juega la pelea del gobierno cristinista con Multicanal y el grupo Clarín y yendo más a lo profundo de la cuestión, el modelo comunicacional y la estructura mediática cultural de la argentina que intenta venir, por sobre las corporaciones monopólicas de la comunicación de masas que unilateralizaron el discurso de los medios en los últimos 20 años. Pero bien sabido es que, como en toda guerra solo se sacrifican los peones, entre dos necedades. Los operadores de cable que ven, que el negocio se les va de las manos y no son capaces de replantear estrategias bajando el abono y reteniendo a su audiencia cautiva por algún tiempo más; y por otro lado el gobierno entregando aparatos a troche y moche, que para poder ver algo hay que recurrir a antenistas y demás técnicos que nos permitan sintonizar dos o tres señales que se entrecortan, o no tienen sonido volviendo a épocas en que uno orientaba la antena y otro mirando la tele nos decía si se veía o no, en una verdadera etapa experimental, que puede provocar desazón o frustración en quienes renunciaron al cable y ahora solo pueden ver películas truchas en dvd, la televisión pública- con su 678 que ya me tiene por el piso con su obsecuencia y parcialidad -canal 8 y 10. Pero como dice el Nano Serrat “detrás está la gente”, sus miradas, sus reflexiones y sus pequeñas vivezas que lo superan todo.
Desde los comentarios de las horas interminables de la cola, con sus indignados y colados de siempre, o donde pacientes amas de casa se intercambian recetas de cocina, a lo que se suman relatos sobre parientes que ya tienen el servicio, o aquel que no cree en nada pero igual viene a buscar su aparatito, también están los que reparten papelitos promocionando antenistas matriculados en la “Pitman” que te instalan el servicio o te venden la antena que ya no viene en el combo, los primeros aparatos traían la antena exterior, pero ahora solo vienen con una antenita interior que parece de chiste y no capta ni una sombra.
Es asombroso ver como se amontonan los “nadies” de Eduardo Galeano, la gran mayoría silenciosa y anónima, con sus perros que pese al frio esperan pacientemente a que el amo salga con su cajita feliz como chico con zapato nuevo. Pocas veces se los ve en el centro de la ciudad, vienen de los barrios alejados, incrédulos y sorprendidos porque el correo les comunica que les han adjudicado un aparato decodificador de regalo; y allí se suma otra de las zonceras típicas de nuestro ser nacional, si te dan algo de regalo no se desprecia, sea lo que sea y hay que ir a buscarlo aunque después quede arrumbado como aquellos aparatos del “compre ya” o del “todo x $2”, que como no supimos como se usa porque no somos chinos, quedan dando vueltas por algún rincón de la casa.
Hace algunos días volví a ver aquella maravilla del cine nacional que fue la Patagonia Rebelde , allí los trabajadores de la Sociedad Obrera con el gallego Soto brillantemente interpretado por Luis Brandoni y el aleman Shulz, bajo la piel de Pepe Soriano a la cabeza, deciden invertir el producto de una indemnización de una huelga comprando una imprenta para esclarecer a la peonada. A caso la TV digital sea la imprenta del siglo XXI, pero como siempre lo trascendente será acertar con el contenido que tengan estos nuevos medios de comunicación, sino volverá a repetirse aquello que ya anticipó Mariano Moreno en los albores de la patria “Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía”.-
LUIS GERARDO DEL GIOVANNINO
Julio 2011
