EN EL PUERTO SE SIENTE LA VOZ DEL RECLAMO

En el verano los medios se mantenían expectantes sobre lo que sucedía en el Municipio. La situación estaba caldeada en cuanto al aumento del boleto y el tema de Sadowa. Ese miércoles 9 de febrero, nosotros obreros de una seudocooperativa trucha  nos reunimos, para plantearnos qué hacer ante la falta de trabajo .Así fue que salimos hacia el frigorífico don Luis srl, propiedad de Mattera hermanos, firmas que proveen pescado.

En la reunión se le planteo a  Mattera  nuestra  necesidad, es decir, que nos garanticen trabajo; porque sabemos que el pescado llega a puerto pero se vende entero  dejándonos sin materia prima para trabajar.

Ante la negativa de atender nuestro reclamo pusimos algunas gomas a quemar …

Esa tarde nos recibe en los Estudio Gerez , el abogado Carlos Aronna con las directivas de su cliente Mattera  donde nos dice: “que la firma se plantea una reducción de personal (referiendose a sus cooperativas). En  nuestra planta de 90 se reduciría a 30 obreros”. Esto se debería llevar a cabo a través de un retiro voluntario. Allí comprendí que estaba en los estudios  de abogados  donde se cocinan los arreglos contra las luchas obreras del pescado.

En definitiva, fue ahí donde Villaola firmo su acuerdo. Es ahí donde hace poco la firma Giorno (Valastro) se deshace de sus pymes. De tres cooperativas, hizo tres pymes para los fileteros y en el presente solo queda una. Es por ello que m´sa de 40 compañeros fueron obligados a “retirarse voluntariamente”.

En nuestro lugar de trabajo lamentablemente hubo gente que por bronca, resignación y ante la necesidad urgente de pagar  deudas  y/o atender necesidades básicas, tuvieron que firmar esta especie de retiro voluntario  por unas pocas monedas. Pero en realidad es de conocimiento público que simplemente se trata de un despido encubierto o elegante. Y así estamos, ahora no sólo nos falta el pescado que reclamabamos sino que también sentimos la  ausencia de aquellos 20 compañeros.

Los compañeros de la seudo cooperativa  Cruz del Sur

La situación vuelve a repetirse: compañeros que pasan los días sin ser llamados para trabajar, exigen ser registrados bajo relación de dependencia por  Frigosud srl, ubicado en Brumana y 12 de octubre, que les provee de materia prima.   El frigorifico es Propiedad de Carlos Aicega, que se niega a ponerlos efectivos aduciendo que: “hacerlo seria sacarlo del mercado  como empresario”.

Comparaciones odiosas:

El costo de la mano de obra de kilo de filet era de $1,70. Incorporarlos con el PyME, subiría a $1,90.

“El problema es que no tengo planta de fileteado y acá no los puedo tener porque no hay lugar. Alquilar una planta, montar otro circuito productivo, implica que el costo suba a $2,30. Con esos números, me sacan del negocio”, aseguró el empresario en la revista Puerto(nota Roberto Garrone)

Pobre tipo no le cierran los números pero imagínense  a esos compañeros que siguen haciendo el aguante en una carpa en  Brumana y 12 de octubre. Ni hablar del representante de la Caipa, Gabriel Quercia,  que se niega también a registrar a los obreros de la cooperativa  Natural Fish que trabajan en su propio frigorífico.

LOS CASOS SE REPITEN Y LA LUCHA DE LOS COMPAÑEROS SIGUE

Los compañeros del frigorífico  Cafiero y Polio, propiedad de Francisco Romano a través de la firma Fishone, también reclaman lo justo.

Cerca de  35 trabajadores: entre ellos peones y   mujeres envasadoras, permanecen en  la planta, reclamando para que Romano los incorpore bajo relación de dependencia.

Hay que destacar el acompañamiento en todos estos conflictos y  la presencia de la dirigencia del soip, que se empeñan en hacer valer la registración laboral del gremio.

Hoy vemos en las calles del puerto sus medidas de fuerza por aumento remunerativo,  para los compañeros efectivos  y en general hacia las seudo cooperativas. Cabe mencionar como un hecho positivo la combatividad de los compañeros del cuerpo de delegados y comisión directiva, ojala sea el principio de un gran paso para el gremio.

 Los empresarios en general argumentan la baja rentabilidad. Por el tipo de cambio fijo  piden bajar las retenciones. Y se niegan a registrar a los trabajadores, aun bajo un convenio pyme y menos hablar de aumentos de un 35 % remunerativo.

Hoy algunas seudos cooperativas toman como caballito de batalla una especie de garantía para sus obreros, el reconocimiento de 100 cajones. Argumentando que la suma seria mayor a un salario mínimo.

La realidad es que hoy la caja esta en el mercado interno, hacer changas para línea con buen pago al finalizar y darse cuenta de la existencia de las covachas.

Todo esto pasa bajo la mirada del Ministerio de Trabajo, la AFIP y el Municipio de General Pueyrredón.

Esta lucha emprendida por cada obrero por su salario debe hacernos ver la necesidad de organizarnos y  tomar conciencia que el futuro del gremio lo hacemos entre todos. Tenemos que luchar por un salario de acuerdo al costo de la canasta familiar, una garantía de trabajo digna. Y por sobre todo ser defensores de nuestro recurso, terminar con estos empresarios a los que nunca les dan los números, cuando en realidad son verdaderos depredadores de los frutos de nuestro mar.

¡Basta de trabajo esclavo, basta de despidos!

Acta de resolución del conflicto

Pescadito